Especialmente en primavera y durante todo el verano, las moscas, los mosquitos y los tábanos son los insectos que más suelen molestar a los caballos. Todos hemos visto los ojos, las orejas y las fosas nasales de los caballos rodeados de moscas o el intento de nuestro caballo de quitarse un tábano con una de las extremidades posteriores.
A parte de ser molestos, los insectos también pueden ser la causa de distintas enfermedades en los caballos. La hipersensibilidad a la picadura de insecto o las alergias son comunes en nuestro país.
Para evitar, o en todo caso frenar, la presencia de insectos debe combatirse de dos maneras.
- La primera de ellas es extremar la higiene de las cuadras y de todo el recinto ecuestre. Obviamente, cuanto más limpias estén las instalaciones menor presencia de insectos habrá. Por ello, es muy importante la limpieza diaria de cuadras y de paddocks.
- La segunda manera de combatir a los insectos es empleando repelentes, mantas de protección anti-insectos y accesorios de protección como las orejeras. Lo que consiguen los repelentes es que los insectos no se acerquen al caballo. Sin embargo, las mantas, orejeras y los demás complementos, crean una barrera protectora sin que el caballo pase calor.
En el mercado existen dos tipos de repelentes, los que están formulados con ingredientes completamente naturales y los que no lo son.
- Como naturales destacamos el Natural Insect Repellent de la casa británica Carr & Day & Martin y el Nature’s Defense de Farnam. Ambos son de probada eficacia y calidad.
- Como los ingredientes no naturales (o en parte no naturales) destacamos el clásico Tri-Tec que, bien usado, tiene una alta eficacia y sin ningún tipo de problema para la piel de los caballos a pesar de su potencia. Y también el Flygard Extra Strength también de Carr & Day & Martin de la que destaca su calidad por los años que lleva en el mercado.
Por lo que respecta a las mantas antiinsectos, todas ellas deben cumplir dos funciones.
- Una, evitar que el insecto entre en contacto con el manto del caballo
- y la segunda función, es que el caballo no pase calor.
La total transpiración es esencial y que el caballo, si suda, que no sea por que lleva la manta puesta. En la actualidad, existen mantas para el paddock y también mantas para que el caballo la lleve mientras montamos con espacio para la silla. Dicen que las que están coloreadas como de cebra, en blanco y negro, evitan en mayor medida a los insectos. La verdad es que no nos atrevemos a asegurarlo ni a desmentirlo, ni por experiencia propia ni por la de clientes.
En el paddock y de manera muy frecuente, los caballos llevan una máscara para protegerse de los insectos que les cubren los ojos y las orejas. No impiden la visión ni tampoco interfieren en el oído. Evitan, eso sí, que los insectos penetren dentro de las orejas del caballo y que ronden alrededor de los ojos y de la nariz. Además, el aire pasa constantemente por los orificios de la malla de la máscara.
Montados, a parte de los repelentes, las únicas defensas para evitar a los insectos son las orejeras y algunos protectores de la nariz que se colocan sobre la muserola. En Central Hípica disponemos de un amplio abanico de orejeras. En un gran número de colores y en distintas formas. Su función es la de tapar el acceso de los insectos al interior de las orejas.
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